El Cristo reúne a miles de vigueses
El calor no frenó la devoción de los vigueses por el Cristo de la Victoria. Aunque algunos menos que en otras ocasiones, miles de personas acudieron a la cita del primer domingo de agosto. La procesión partió a las siete y media de la tarde de la concatedral para bajar por la calle Real hacia O Berbés. El obispo Luis Quinteiro recordó, en su ofrenda, a las personas que sufren en la sociedad debido a distintas circunstancias.
Una unidad de la Brilat acompañó a la imagen religiosa hasta que su recogida en el templo vigués. El descenso por la calle Real y el tránsito por el Berbés fueron los momentos más emotivos de la procesión. Esta demostración religiosa se repite en Vigo desde 1810. En sus orígenes fue una muestra de agradecimiento a Cristo por haber vencido a los franceses un año antes.
Fuente: La Voz de Galicia