DISCURSO DE LA PRESIDENTA DE LA COFRADÍA PREVIO A LA LECTURA DEL PREGÓN

Sr. Alcalde, querido anfitrión,
Corporación municipal,
Sr. Obispo,
Sr. Predicador,
Dignísimas autoridades,
Cofradía del Cristo de la Victoria,
Amigas y amigos,
Buenos días y muchas gracias por acompañarnos en este acto.

Vigo es un gran conglomerado urbano lleno de importantes industrias, servicios y un largo etc., pero es, sobre todo, amores, desamores, sueños, logros, aflicción y éxito, enlazado todo ello con mitos y leyendas.
Cuentan que cuando Dios hizo la Tierra, al séptimo día descansó y la contempló, apoyando sobre la Tierra su mano izquierda.
Sus dedos crearon las Rías Bajas y las huellas de la palma de su mano las Islas Atlánticas.
Su dedo índice, orientado a levante, creó la Ría de Vigo, que por tanto, recibe la luz del sol sobre sus aguas al amanecer y la despide, también sobre sus aguas, al atardecer.
La Ría de Vigo, espejo de nuestro cielo, concede a Vigo una luz única, especial y siempre distinta, pues el orto y el ocaso se producen desde un punto diferente todos los días del año. Es más que probable que este juego de luces sobre nuestras olas inspirase al poeta Martín Códax cuando cantó a “As ondas do mar de Vigo”.
Los vigueses estamos acostumbrados a la luz, aunque algunas veces nos deslumbre, y para que no perdamos esa costumbre, en los días más cortos del año, nuestro alcalde se ocupa de iluminar la Navidad.
Vigo es la ciudad de España con mejor calidad de vida según la OCU, y es la quinta ciudad con mejor clima de España, según datos de la AEMET.
Y es que vivir apoyados en el dedo índice de Dios tiene su aquel.
Este año ha ocupado la Cátedra de Nuestra Basílica Monseñor Jesús Rodríguez Torrente, juez auditor de la Rota de la Nunciatura Apostólica de Madrid.
Nuestro predicador, entre otras muchas cosas, entiende de causas matrimoniales. Por tanto, es un estudioso del amor y del desamor y a lo largo de la Novena, nos ha ido desgranando con cariño, con autoridad y en un lenguaje entendible, la Misericordia y el Amor de Dios.
Muchas gracias Monseñor por sus enseñanzas.
Nos ha honrado acepando portar nuestro estandarte Javier Touza, presidente de ARVI que es la “Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo”.
La pesca es una de las columnas en las que se sustenta Vigo desde tiempo inmemorial.
Nuestros pescadores se hacen a la mar en busca de fortuna para nosotros y sus familias.
Son esforzados y sabios, pero yo les pediría que no fueran valientes. Un veterano patrón de pesca de altura decía: “la mar solo come valientes. Si quieres volver, témele y sé prudente”. Os queremos a todos volviendo a casa, así que os pido que especialmente durante las arriesgadas campañas de invierno, no os enfrentéis a la mar, sino que la gobernéis y aseguréis el regreso.
Si alguien se dedica a pasear por Vigo, cerca de la iglesia que guarda al Cristo de los Afligidos, encontrará la rúa de Alfolíes (almacén de sal). La sal representa la riqueza, la abundancia y la prosperidad.
Decía antes que nuestros pescadores son sabios y, quizá por eso, al Cristo de la Victoria le llaman el Cristo de la Sal, ya que la sal era el elemento que daba capacidad de conservación al producto de sus esfuerzos.
Para nuestros pescadores es el Cristo de la riqueza, de la abundancia y de la prosperidad.
Muchas gracias Javier por acompañarnos y por haber aceptado portar el estandarte de nuestro Cristo en la procesión de mañana, acompañado de las armadoras Pilar Estévez e Isabel Núñez, a quienes también les expresamos el agradecimiento de la Cofradía.
Este año nuestra pregonera es Susana García-Baquero Borrell.
Susana es desde hace cinco años la Fiscal Jefe de Área de Vigo, su currículum es formidable, pero lo que más me gustó es que vino a Vigo por amor.
Susana, no hay mejor razón para venir a Vigo.
Nuestra fiscal desempeña un trabajo fundamental, ya que dedica sus esfuerzos a defendernos de aquellos que quieren romper nuestra convivencia o atentar contra nuestros derechos.
Un imputado tiene derecho a defensa, por supuesto, y a la mejor que se le pueda dar, pero a los demás, los que no entendemos de leyes, los que no tenemos tiempo para hacer acusaciones porque estamos en nuestros afanes diarios ¿quién nos defiende?, pues nos defiende Susana. Susana defiende al bien público.
Muchas gracias Susana por tu trabajo y, sobre todo, por aceptar ser nuestra pregonera.
Cierro mi intervención con un ruego a nuestro Santísimo Cristo de la Victoria de Vigo.
Señor, haznos capaces de tener oídos abiertos para el amor y el desamor. Danos fuerzas para buscar la riqueza, la abundancia y la prosperidad. Y danos sensibilidad para proteger a los desfavorecidos.
Señor, Tú que nos has hecho disfrutar de la luz de Vigo, haz que nos preparemos para que cuando hayamos rendido viaje, no tengamos tanto miedo a que los ángeles nos acompañen y los santos nos llamen por nuestro nombre cuando nos devuelvas la vida y nos muestres la Luz.
Y mientras tanto, derrama sobre el pueblo de Vigo tus misericordias.
Muchas gracias.

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