Discurso Hermana Mayor Pregón 2025

Sr. Alcalde, querido anfitrión,
Corporación municipal,
Sr. Obispo,
Sr. Predicador, Obispo Emérito de Tuy- Vigo,
Portaestandarte,
Pregonero,
Dignísimas autoridades,
Cofradía del Cristo de la Victoria,
Amigos y amigas,

Muchísimas gracias por acogernos y acompañarnos.

Querido alcalde: la Cofradía y tu equipo de gobierno llevan una relación de dieciocho años (bueno “hasta veinte años no es nada”) y quiero agradecerte lo mucho que nos has apoyado. No ha sido nada menor la restauración del carro, pero no pretendo solamente agradecer cosas, pretendo agradecer también el modo en cómo se hicieron: con generosidad, señorío, buen humor y comprensión.

Muchas gracias alcalde, gracias al equipo de gobierno y a la corporación que representa el todo Vigo. Muchas gracias, Abel.

Este año hemos tenido la suerte de que nuestro predicador haya sido Don Luis Quinteiro, nuestro Obispo Emérito. Su formación es tan brillante, que cabe destacar que es doctor en Filosofía Suma Cum Lauden por la Universidad Gregoriana. Estudió en Santiago, Madrid, Roma y Múnich y es promotor de Stella-Maris en España.
Es un Obispo sabio y con olor a mar. Nadie de la cofradía puede ser objetivo hablando de don Luis, lo queremos y lo respetamos mucho.

Su predicación yo la resumiría diciendo que Don Luis adora al Cristo de la Sal, cuida a los devotos de nuestro Cristo, y durante nueve días nos ha estado desentrañando el Amor de Dios, nos explicó nuestra relación con el Cristo de la Victoria, en un misterio sorprendente del Amor de Dios hacia los hombres. Gracias don Luis.

Nos honra portando nuestro estandarte Fernando Franco, periodista nacido en 1951 en el corazón del Casco Vello, que es vigués por los cuatro costados. Periodista de raza y de oficio, que se formó en los Jesuitas, en la Universidad de Navarra y en el Cuerpo de Operaciones Especiales. Cuando Fernando regresó a su ciudad, se entregó a su vocación de contar historias.

Fernando forma parte de la redacción del Faro de Vigo, el decano de la prensa española, de la que él es también decano por trayectoria, veteranía y respeto ganado. Mira Vigo desde hace más de cincuenta años y ve su vida cultural, social y humana, con memoria fiel, cercana y auténtica. Nos presta su mirada desde Vigo, sobre Vigo, hacia Vigo, estando entre nosotros y haciendo que quede escrito por un testigo ocular, lo que ha pasado, lo que está pasando y con una de las capacidades de la prudencia que es la previsión, también puede quizá aventurarnos lo que va a pasar.

Vigués que ha vivido desde niño la devoción popular al Cristo de la Victoria, que es una de las manifestaciones más profundas del alma viguesa, nos hace un regalo que agradecemos profundamente: porta el estandarte con su hijo y su nieto, tradición, presente y futuro.

Muchas gracias Fernando.

Benjamín Estévez de Cominges es un vigués casado con una viguesa, pertenecientes los dos a familias que engrandecieron Vigo. Mucha arquitectura y cosas de la mar de Vigo corren por sus venas. Sin extenderme en su impresionante currículum, destaco que estudió en los Jesuitas y se hizo ingeniero Teleco entre la universidad de Vigo y Bélgica, se formó en posgrado en el MIT de Massachusetts y lo tenemos vigueando por el Vaticano, donde es el número dos de sus finanzas.

Min me gustaría contarte una leyenda para que cuentes a tus nietos:

“En un lugar del mundo donde se acaba la tierra y empieza la mar, Dios con su dedo índice de la mano izquierda formó una ría. En medio de una tempestad estaba Cristo en esos mares de Dios y lo recogió un barco que intentaba llegar a tierra y cuya tripulación le ofreció que, si los salvaba, lo dejarían en el próximo puerto.
El Cristo de la Sal tomó el mando de la embarcación y como en el romance del Conde Arnaldos “Diciendo viene un cantar, que la mar ponía en calma, los vientos hace amainar, las aves que van volando, al mástil vienen posar, los peces que andan al fondo, arriba los hace andar”.

La Virgen del Carmen le lanzó su escapulario desde Monteferro y los introdujo en esta ría, la Virgen de la Roca lo sostuvo en su mano, la Virgen del Alba los cuidó desde lo alto, la Virgen del nido de águila los dirigió hacia el lugar por el que salía el sol, y al llegar a la Laxe se resguardó de las rocas, donde estaba Santa María, cerca del Berbés donde nació Vigo.

Cuando el barco intentó hacerse a la mar sin cumplir su promesa, las ondas del mar de Vigo se enfurecieron y la maniobra pasó a imposible.
Los tripulantes se fueron a ver al práctico de guardia, para solicitar su ayuda y consejo. El práctico, que dicen que era conocido por Estévez les dijo: “para mí que si dejáis al Cristo en Vigo, cuando el viento se apoye en vuestra vela y la marea sea favorable os podré asesorar y garantizar la navegación para que no os perdáis entre los bajíos”.

Así lo hicieron y aquel hombre experto en el timón, los marineó con rumbo seguro para que pudieran seguir navegando con su cargamento de sal por esos mares de Dios y el Cristo de la Sal, se quedó con nosotros, cantando su canción a quien con Él va.”

Min, te agradecemos mucho que nos honres siendo nuestro pregonero. También agradezco a tu familia y a la de tu mujer todo lo que han hecho por Vigo, y en especial a tu madre Beatriz y a tu tío Fernando, que fueron compañeros míos en la Junta Directiva de la Cofradía.

Nuestros predicadores nos han ido enseñando que los que tenemos fe estamos en deuda con los que no la tienen. La fe es un don y un don es un regalo que nos hacen sin que tengamos ningún merecimiento, por ello la fe es personal y transferible, muy transferible.

Por nuestra fe creemos que este año se fue a la casa del Padre nuestro Papa Francisco, a quien estamos muy agradecidos, especialmente por haber concedido el título de Basílica a nuestra Concatedral, a la que seguimos llamando “la Colegiata”. Le damos gracias a Dios por su pontificado y nos llena de esperanza nuestro Papa León XIV, con el alma de San Agustín, la razón de Santo Tomás de Aquino, estadounidense de nacimiento, peruano de vocación, con raíces españolas, francesas e italianas, misionero y pastor de obispos, es una esperanza para afrontar tiempos nuevos.

Su predecesor León XIII y el mismo León XIV, están formados en el Tomismo, caracterizado por integrar la filosofía Aristotélica con la doctrina cristiana buscando la síntesis entre la razón y la fe, “La verdad hay que buscarla donde esté, consultar a filósofos Griegos, Romanos, Judíos y Musulmanes.”
A León XIII le debemos mantener la dignidad de la persona en la revolución industrial. A León XIV le queremos deber el mantener la dignidad de la persona en la inteligencia artificial.

Leon XIII nos orientó con la Rerum Novarum, que significó “de las cosas nuevas”. De León XIV esperamos que nos oriente en “las nuevas cosas nuevas” y la Cofradía reza por nuestro Papa para que nos conduzca por este inquietante futuro.

Este año pedimos como siempre a nuestro Cristo de la Sal que nos anime a acercarnos a Él y a llevarle nuestras alegrías y nuestras penas, nuestras esperanzas y nuestras aflicciones, nuestros éxitos y nuestro cansancio, que se venga con nosotros, haga de nuestro Cirineo y nos ayude a llevar la carga. El Señor hace que nuestras aflicciones sean buenas, pero dudamos de nuestra fuerza para poder con ellas, por eso queremos tener el mismo asombro que se cuenta en el romance del Conde Arnaldos, esperando que su cantar ponga nuestra mar en calma y nuestro viento haga amainar. Sabemos que Tú cantas tu canción a quien contigo va, ven a nuestra procesión y derrama Tus misericordias sobre el pueblo de Vigo.

Muchas gracias.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies